Experimentos de física a baja temperatura: se pueden usar nitrógeno líquido para la computación cuántica, y el superconductor específico cuántico requiere un entorno cercano al cero absoluto. En los experimentos de materia condensada, se pueden estudiar el helio superfluido y los aisladores topológicos.
Otras aplicaciones innovadoras
Cocina molecular de alimentos: nitrógeno líquido para hacer helado, etc.
Conservación arqueológica: congelamiento de artefactos frágiles (como textiles antiguos) para un fácil transporte.